Se entiende por lubricante aquella sustancia que se introduce entre dos piezas móviles, impide su contacto y, por lo tanto, reduce la fricción. Los aceites de corte, fluidos de corte o taladrinas son un tipo de lubricante que se usa, principalmente, en operaciones de mecanizado por arranque de viruta.

No hace falta decir que, en este tipo de operaciones de corte, la fricción es intensa, tanto en el desbaste como en el acabado de la pieza, así que necesitamos un muy buen fluido de corte para efectuarla en condiciones óptimas. Taladros, tornos, limadoras y fresadoras son las herramientas de mecanizado para las que están ideadas las taladrinas, en general. Pero, para una mayor precisión y mejor mantenimiento de la maquinaria, los fluidos de corte Metalflow, además, están formulados para cada caso particular de la industria. Taladrinas personalizadas, ya que cada proceso productivo tiene sus necesidades particulares.

RECOMENDACIONES DE USO DE LOS FLUIDOS DE CORTE REFRIGERANTES

Como sucede con todos los productos de composición química, hay que tener en cuenta algunas medidas de seguridad y mantenimiento a la hora de utilizar los refrigerantes. A grandes rasgos, lo más importante es que estos productos conserven las propiedades por las que han sido adquiridos y que, además, puedan disfrutarse en condiciones de seguridad. Aparte, no solo hay que prestar atención a las condiciones de mantenimiento óptimo de los refrigerantes, sino que también es preciso cuidar de los equipos en los que han de ser aplicados. Si estos se encuentran en malas condiciones, resultará complicado que los refrigerantes puedan tener el efecto esperado. Por lo tanto, conviene atender a los siguientes 7 consejos de uso de los refrigerantes.  

CONDICIONES DE ALMACENAMIENTO DEL PRODUCTO

Como uno puede imaginarse, la manera de guardar un producto tiene una importancia capital en su conservación. La vida útil de un refrigerante puede llegar a alcanzar una década, pero, para poder ser aprovechada enteramente, es preciso cumplir unas mínimas condiciones de almacenamiento. Además, hay una máxima relacionada con las fechas de caducidad de toda lógica: hay que ir utilizando, de manera prioritaria, los productos que llevan más tiempo en el almacén. De esta manera, el propietario se asegura el aprovechamiento de todo su stock. Aparte, hay que tener en cuenta unas condiciones básicas de almacenamiento. Los productos no pueden estar expuestos a condiciones anormales de temperatura y humedad. Asimismo, también han de estar convenientemente cubiertos, ya que no deben encontrarse sobreexpuestos a la luz solar. Por último, hay que descartar los almacenes en los que el termómetro pueda llegar a marcar temperaturas extremas, ya que se recomienda que los refrigerantes se depositen en lugares donde las temperaturas oscilen entre 5 ºC y 40 ºC.

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